Beto es un niño de 5 años, su madre ha sufrido maltratos de su marido y actualmente, a causa de algunas secuelas, está en el paro. Beto tiene síndrome de Down y carencias afectivas fruto de la difícil situación familiar. Tiene problemas de relación y adaptación en su clase y ya, de tan pequeño, se abre un abismo entre él y sus compañeros. También tiene retraso en el habla y carece de muchas rutinas elementales que dificultan que vaya adquiriendo autonomía.   La familia y la escuela piden un acompañamiento de un psicólogo que ayude a Beto a trabajar estas carencias y dificultades, de soporte a la madre y pautas de actuación al colegio para este último trimestre. Por eso es necesaria una terapia de 5 sesiones semanales, una reunión quincenal con su madre y una quincenal con el colegio.