Pablo es una persona con discapacidad intelectual usuaria de la residencia de la Fundación Finestrelles. No tiene a penas recursos económicos y para él hacer frente a gastos extras es casi imposible, por lo que el verano se presenta monótono, como cada año. Disfrutar de unos días de vacaciones, significaría para él tener una semana de desconexión, poder salir de la residencia y disfrutar de unos días distintos con sus amigos y un equipo de coordinación y monitoraje especializado. A Pablo estas vacaciones le brindarían también la oportunidad de convivir con gente nueva y trabajar sus habilidades sociales, disfrutar de un tiempo de ocio y tomar contacto con la vida autónoma. ¿Conseguimos que Pablo disfrute de un verano mejor?