220€ para la segunda sesión de canoterapia de Àngels.
Àngels, con 49 años y síndrome de Down, está inmersa en un proceso
de envejecimiento acelerado y sufre un Alzheimer agresivo. Ya no se
comunica con facilidad con el resto de personas y tiene altibajos
emocionales. Gracias a la terapia asistida con perros, Àngels puede
luchar contra la pérdida de ciertas habilidades, y sobre todo
disfrutar de momentos de paz y felicidad.
Los beneficios para los usuarios de canoterapia son excelentes. El
trabajo con los animales y los terapeutas ayudan a deshacer bloqueos
emocionales que sufen casi todos los usuarios de Finestrelles. Por
eso, a pesar del elevado coste de la actividad, la Fundación se
esfuerza para seguir manteniéndola en su programa ya que además de
seguir trabajando para luchar contra la pérdida de sus habilidades
también pueden ver cómo disfruta en estas sesiones con el perro.