Sergi es un señor de 59 años con problemas graves de movilidad por una enfermedad degenerativa. Hasta hace poco estuvo viviendo con su hermano, pero la enfermedad fue avanzando hasta que perdió la visión y tuvo que trasladarse a una residencia. A pesar de las dificultades, Sergi sale siempre a la calle con su batón y con una gran sonrisa, con ganas de charlar con los vecinos del barrio de la residencia. Se divierte caminando y conociendo nuevas rutas y sobre todo charlando con desconocidos para compartir historias y seguir enriqueciéndose. Para seguir con sus paseos, necesita unos zapatos nuevos especiales que tienen un coste 60 euros y que él no puede costearse con su pequeña pensión. ¿Le ayudamos a seguir adelante?