Celia es una mujer de 52 años que vive sola en Barcelona. Su nivel de ingresos no le permite llegar a final de mes, pagar los pagos del alquiler y los subminitros. Tiene poca familia y tampoco pueden ayudarla mucho. Actualmente acude a un comedor social para hacer al menos una comida caliente diaria. Celia necesita una nevera ya que actualmente no tiene ninguna en su piso y no puede conservar los alimentos que va comprando o que recibe. La misión de la Fundación tutelar es procurar el bienestar de las personas afectadas por una enfermedad mental, discapacidad mental o enfermedades del envejecimiento, como Celia, que hayan sido modificadas en su capacidad para actuar por un fallo del Tribunal y que requieren de un tutor externo porque o no tienen familia o no pueden asumir esa responsabilidad.