La Casa de Acogida Nuestra señora de los Desamparados pertenece a la Congregación Religiosa Madres de Desamparados y San José de la Montaña y está declarado como benéfico-docente, cuyo funcionamiento data del año 1.967. Dicha Congregación es una Institución Religiosa Católica con personalidad Jurídica, plena capacidad y autonomía, reconocida en la legislación vigente.

Esta entidad sin ánimo de lucro, se presenta como una alternativa de atencióna la infancia y juventud que consta ya de una dilatada experiencia. Se configura como una obra social de carácter privado y familiar destinada a ofrecer un casa-hogar estable, para las mujeres gestantes o con hijo a cargo que se encuentran en situación de riesgo y vulnerabilidad y cuyas familias no cuentan con recursos suficientes (educativos, sociales, económicos,…), atendiendo en su programa específico, a chicas adolescentes y/o mujeres que se encuentran embarazadas o con hijos a su cargo. 

Se ofrece un servicio de atención residencial a estas mujeres y sus hijos, en el que se trate de cubrir los déficits cognitivos, afectivos, sociales y educativos que puedan tener. Las Madres de Desamparados y San José de la Montaña, tienen como Carisma específico la atención a niños/as y adolescentes desamparados, que carecen de padres o de un hogar que garantice su crecimiento normalizado, con el fin de ofrecerles una educación integral humana y cristiana que les ayude a formarse como personas libres y solidarias y a integrarse positivamente en la sociedad como miembros responsables y constructivos. 

El Centro está dotado de una organización y estructura de gestión que permiten responder a las necesidades de la mujer embarazada o con un hijo a su cargo, así como la consecución de los objetivos propuestos. Concebimos nuestro Equipo Educativo como algo en construcción que debe vivir unido y de forma responsable la gran tarea de formar para la vida en la cotidianidad. 

Consideramos los siguientes principios propios del centro: 
• El menor, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material.
 • El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación u orientación. 
• La dedicación a la infancia y adolescencia en situación de desamparo exige un verdadero ejercicio del amor misericordioso que tienda a suavizar, en la medida de lo posible, el desajuste emotivo, la inseguridad interna y las frustraciones propias de quienes carecen de un hogar en condiciones normales. 

El carisma de la Congregación tiene siempre un sentido social, por eso lleva siempre consigo una misión, concretada en un quehacer apostólico que especificamos a continuación: 
1.ANCIANOS: apertura, puesta en funcionamiento y gestión de Residencias de Ancianos. 
2. COLEGIOS (ENSEÑANZA): Centros de enseñanza infantil, primaria, secundaria y bachillerato, con la finalidad de trasmitir la cultura humana, la creación de un ambiente en la comunidad escolar animado por el espíritu evangélico de libertad y caridad. 
3. RESIDENCIAS UNIVERSITARIAS: en ellas tratamos de despertar y hacer vivir en la juventud su responsabilidad personal. 
4. MISIONES: aceptando las peticiones en países de misión teniendo en cuenta la mayor necesidad de fe y ayuda. 
5. CASAS DE EJERCICIOS: consecuentes con nuestra apertura a las necesidades de la Iglesia. 
6. ESCUELAS INFANTILES: nacidas de un imperativo social -el trabajo de la mujer- cumplen una misión de urgencia en el seno de la sociedad. 
7. HOGARES: cuyo fin es el sostenimiento y la educación integral de niños, niñas y adolescentes en situación de desamparo. Dichos apostolados se realizan dentro y fuera de nuestro país.