Rolando es un señor de 60 años, natural de Cuba, y que lleva muchos años en España, con permiso de residencia y trabajo. Desde el año pasado ha estado trabajando muy precariamente como camarero, teniendo que dormir en los almacenes de los bares en los que trabajaba. Es la primera vez que se encuentra en esta situación y la primera vez que se ve viviendo en un albergue, ya que en España no cuenta con apoyos familiares. Rolando tiene graves problemas de visión. Actualmente se las está apañando como puede con unas gafas prestadas, con una graduación que no se corresponde con la suya y esto, si continúa así, acabará dañándole aún más la vista. Ha acudido a la óptica social, dirigido desde la Fundación y le han hecho un presupuesto de 70€ para resolver su problema.